
Pro. Castillo, Hrn. Sor Berta
Dios Habla Hoy
En un convento de las madres Clarisas en El Salvador, una monja sierva de Dios bautizada en su ordenación como sor Berta estaba convaleciente y muy enferma en su cuarto del monasterio. Todas sus hermanas miraban como día a día ella sufría con la enfermedad de su cáncer y como su salud disminuía poco a poco. Los doctores le habían diagnosticado cáncer en su cuerpo. Un cáncer muy avanzado que estaba debilitando su cuerpo y su salud. Ella había controlado su cáncer con ciertas medicinas, pero al llegar el momento donde ya no podía mas busco otra ayuda divina. Esta sierva conocía a la madre del instrumento profético francisco Castillo quien reside en El Salvador. En una ocasión estando en la casa de la madre, decidió esta monja llamar a los Estados Unidos para que el siervo hiciera una oración, o para que Dios hablara si había un mensaje para ella. Sor Berta ya había recibido mensajes de Jesús que se le habían cumplido tal como el siervo había dictado. Al recibir la llamada telefónica, Dios hablo a sor Berta através de la profecía diciéndole, “Para que veas que yo soy el que te hablo te quitare el dolor, pero no te quitare el cáncer, puesto que ya has terminado tu examen en esta vida” Cuando Jesús hablaba estas palabras, ella no entendía lo que su Dios le decía. Jesús a través de la profecía hablo a esta sierva y le confirmo que puesto que su examen de esta vida había terminando el cáncer solo era parte de su plan para que ella pasara a la otra vida, la vida eterna. Sin embargo, Sor Berta tenía miedo de morir. Ella quería que el cáncer lo sanara Dios por completo y no solo el dolor. Sin embargo, Dios le había dicho,” te quitare el dolor pero no el cáncer.” A los pocos días Dios cumplió lo que había declarado por la boca del instrumento profético. Todo el monasterio vio como una mujer enferma convaleciente en la cama se había levantado y pareciera como si hubiera vuelto a nacer.
Después de este milagro ella visito a sus padres en Guatemala dando testimonio del milagro que un Dios presente vivo había hecho en ella. Aquí Dios demostró que antes de pedir tenemos tener en cuenta su plan. Aquí Jesús nos muestra que Dios no siempre dará lo que nosotros pedimos, sino lo que es mejor para nosotros en la voluntad de Él. El valor de este milagro no es que Dios le haya quitado el dolor del cáncer, sino de cómo Dios hablo a esta monja en su agonía y dolor por medio de un canal profético para decirle que no tuviera miedo de morir y que creyera en la vida eterna fuera de esta vida.
En un convento de las madres Clarisas en El Salvador, una monja sierva de Dios bautizada en su ordenación como sor Berta estaba convaleciente y muy enferma en su cuarto del monasterio. Todas sus hermanas miraban como día a día ella sufría con la enfermedad de su cáncer y como su salud disminuía poco a poco. Los doctores le habían diagnosticado cáncer en su cuerpo. Un cáncer muy avanzado que estaba debilitando su cuerpo y su salud. Ella había controlado su cáncer con ciertas medicinas, pero al llegar el momento donde ya no podía mas busco otra ayuda divina. Esta sierva conocía a la madre del instrumento profético francisco Castillo quien reside en El Salvador. En una ocasión estando en la casa de la madre, decidió esta monja llamar a los Estados Unidos para que el siervo hiciera una oración, o para que Dios hablara si había un mensaje para ella. Sor Berta ya había recibido mensajes de Jesús que se le habían cumplido tal como el siervo había dictado. Al recibir la llamada telefónica, Dios hablo a sor Berta através de la profecía diciéndole, “Para que veas que yo soy el que te hablo te quitare el dolor, pero no te quitare el cáncer, puesto que ya has terminado tu examen en esta vida” Cuando Jesús hablaba estas palabras, ella no entendía lo que su Dios le decía. Jesús a través de la profecía hablo a esta sierva y le confirmo que puesto que su examen de esta vida había terminando el cáncer solo era parte de su plan para que ella pasara a la otra vida, la vida eterna. Sin embargo, Sor Berta tenía miedo de morir. Ella quería que el cáncer lo sanara Dios por completo y no solo el dolor. Sin embargo, Dios le había dicho,” te quitare el dolor pero no el cáncer.” A los pocos días Dios cumplió lo que había declarado por la boca del instrumento profético. Todo el monasterio vio como una mujer enferma convaleciente en la cama se había levantado y pareciera como si hubiera vuelto a nacer.
Después de este milagro ella visito a sus padres en Guatemala dando testimonio del milagro que un Dios presente vivo había hecho en ella. Aquí Dios demostró que antes de pedir tenemos tener en cuenta su plan. Aquí Jesús nos muestra que Dios no siempre dará lo que nosotros pedimos, sino lo que es mejor para nosotros en la voluntad de Él. El valor de este milagro no es que Dios le haya quitado el dolor del cáncer, sino de cómo Dios hablo a esta monja en su agonía y dolor por medio de un canal profético para decirle que no tuviera miedo de morir y que creyera en la vida eterna fuera de esta vida.